Raro que todavÃa nadie haya escrito al respecto. En otras épocas el foro hubiera estallado de posteos y mensajes, porque el tema de aviación y coronavirus, da para mucho.
Asà que, en cuarentena, relataré algunas apreciaciones acerca de estos sucesos que cambian dÃa a dÃa.
Regresé de Estados Unidos el dÃa 17 de marzo. Desde Miami, en el último vuelo regular (1303) que AerolÃneas brindó antes de comenzar con los vuelos de repatriación.
Unos dÃas antes de que se produjera el cierre de fronteras, he enviado mensajes al canal de whastap que AR dispuso para los pasajeros que estuvieren en el exterior. Nunca fue contestado. Tampoco el mail que comienza con reservas usa (algo asi).
La lÃnea gratuita, tampoco era atendida. Por suerte, y luego de insistir llame a la sucursal de AerolÃneas en Miami (creo que está en Blue Lagoon , supongo que debe ser el downtown)
Lo cierto es que me atendieron muy bien, y me reconfirmaron mi reserva para el dÃa 17, no teniendo oportunidad de cambiarla para un par de dÃas antes, imaginándome que el problema se complicarÃa más. Hasta me enviaron un mail con la reconfirmación.
El dÃa 16, el tema ya era de público conocimiento, y ya se hablaba de que el Estado agregarÃa vuelos de repatriación. Desde ya que igualmente hice el web check in 24 horas antes, y confirmaba mi vuelo, de manera normal.
Asà que bien temprano, a las 0610 ya estaba en el aeropuerto, y no tuve que esperar a que me atendieran, ya que soy cliente sky priority. Desde ya habÃa una infinidad de gente.
En el mostrador, la agente no encontraba mi reserva, pese a que le mostré las confirmaciones del mail y el web checkin. Lo cierto es que me empecé a preocupar, y ella también, asà que llamó a una supervisora. Una chica joven muy atenta, muy educada, muy respetuosa, con evidente manejo de los sistemas. Ella me informó que me cambiarÃan a la clase económica, y entre otras cosas que no mencionaré acá, me dieron también el pase al lounge de Delta.
Además que las opciones gastronómicas, no eran muy buenas, y eso en rigor no importaba tanto, debido que solo querÃa tomar café y alguna galleta, la crisis de la pandemia, no se hacÃa notar en el lounge. Las fuentes de fruta, pinzas, cucharas y cucharones, para servirse yogur (que no era en potes, sino suelto) eran manipuladas por todos. Pegajosas, sucias, etc. Lo mismo con la botonera de la máquina de café. Bueno, solo un comentario que anticipa lo asqueroso que también se ven algunas cosas en vuelo.
En la sala de preembarco, antes de la llamada a abordar, se presenta el piloto de manera muy clara y amable y expresa que aerolÃneas está haciendo un esfuerzo, y toda la tripulación para traer los argentinos de vuelta. Solicitó empatÃa, tolerancia, y respeto, con la tripulación, y también para aquellos pasajeros que tosan o estornuden. Fue aplaudido, y abordamos el vuelo que despegó con unos pocos minutos de demora. DirÃa que un 40 por ciento del pasaje, obviamente lleno, usaba barbijo.
Sentado en fila de emergencia, se tiene el “privilegio†de estirar las piernas, si, pero también de observar con mayor detenimiento ciertas asquerosidades de la gente. Muchas de ellas, circulando en medias (madre e hijita) por los pasillos. Más desagradable resultaba un veterano, en short, y absolutamente descalzo, también caminando por los pasillos, algo que jamás vi en más de medio siglo viajando en aviones. Ni hablar de los baños. La tripulación no puede estar limpiando a cada rato.
Pero más allá de estos comentarios, la gente se portó bien con una tripulación de cabina que parecÃa apática o cansada.
El servicio de comidas, limitado en cuanto a la repetición de bebidas, fue aceptable. Tanto en el desayuno como en el almuerzo.
Antes de aterrizar pasaron con unas planillas de declaración jurada, las cuales fueron recogidas. Una vez en plataforma, agentes de sanidad, ingresaron al avión. Todos los pax, permanecimos sentaditos y obedientes. Luego de unos minutos llamaron a una docena de personas, para verificar su estado de salud. El comandante anuncio, que las mismas se encontraban bien, y con el aval de los mencionados funcionarios, nos dejaron descender.
Para llegar a migraciones el recorrido es largo y lento. Cámaras infrarrojas detectaban la temperatura de los pasajeros, además, de que de modo aleatorio, se hacÃan verificaciones adicionales. El paso por migraciones fue ágil. Las valijas ya estaban en el carrusel dando vueltas, y el paso por aduana, sin más trámites.
Saludos.